El
director del colegio Carmelitas (Elche),
Rafael Martín nos comentó varios aspectos de gran interés ende este centro y
que podían servirnos de gran ayuda para un futuro.
En
primer lugar, como se ha repetido infinidad de veces, la formación continua del
profesorado es muy importante. Para ello, existen las escuelas de aprendizaje
(aprendemos aun siendo los educadores).
Hace
hincapié en visualizar aquellos elementos que han evolucionado en la historia
de la educación y aquellos que han cambiado puesto que, no se puede aplicar la
misma metodología en una época diferente.
Martín
pretendía reflejar a través de sus palabras la importancia de la innovación
como estrategia para dirigir un centro y así también, comprender el entorno
competitivo, “La escuela como una empresa”.
Hablamos
de un colegio para referirnos a un servicio que se lleva a cabo en la sociedad
para el bien común. Ejercer un trabajo para invertir tiempo en las personas,
las cuales se encuentran en comunicación constante con nosotros y nosotros con
ellos.
Si
hablamos de los objetivos que tiene el centro Carmelitas, se pueden distinguir
la formación integral de los alumnos tanto para su futuro laboral como para la
felicidad personal.
Además,
el ponente resaltó que todos los componentes del centro (alumnado, profesorado,
padres, personal de administración…) deben estar presentes en este proceso de
enseñanza-aprendizaje para que funcione cada paso que se da hacia el futuro y
hacia la creación de innovaciones. Además, de ser conocido por el público, como
es el uso del marketing, el cual sería una solución para que los centros
evolucionen hacia la mejora, debe ser favorecedor para los protagonistas de
este trabajo diario, los alumnos.
Como la sociedad ha
cambiado, debemos
innovar y actualizar los conocimientos dependiendo de las necesidades del
entorno, como es la aparición de las tipologías familiares (familias
monoparentales, reconstituidas…). Además, para que los niños desarrollen
conocimientos, se debe dotar de buenos hábitos, cubrir necesidades, detectar problemas
de salud, trabajar de forma cooperativa, aprender y enseñar a la vez, atender
al alumno, establecer buena comunicación escuela-familia, etc.
Por
ello, debemos atender principalmente a la innovación, es decir, el desarrollo
de paradigmas que se basan en el aprendizaje y en el alumno. Debemos saber lo
que necesita la sociedad en cada momento, adaptarnos al cambio y crear unas
técnicas propias. Hay que distinguirnos del resto. Éstas han de ser por y para
el servicio pues, hemos de pensar como clientes y ser un referente educativo.
De
este modo, mediante la innovación no solo permitimos que todos los aspectos del
centro funcione, se ajusten al momento y
a las necesidades que la sociedad demanda hoy en día si no que, los alumnos se
sentirán motivados y con ganas de aprender cosas nuevas.
“Si tuviera nueve horas para talar un árbol emplearía siete de ellas
para afilar el hacha”